Pese a negarse al exámen de ADN (te suena?), las Abuelas identificaron al nieto N° 102. Es el hijo de los militantes montoneros María Graciela Tauro y Jorge Daniel Rochistein, secuestrados en 1977. No quisieron dar el nombre del joven ni de su apropiador.
El joven, del que no se dijo su nombre, no estuvo en la casa de las Abuelas para la conferencia de prensa. Hubo un dato en la causa que fue especialmente subrayado en Abuelas: la existencia de un allanamiento donde se fraguaron las pruebas con la intervención del mismo comisario que actuó en otros casos similares, como el de los hermanos Herrera Noble. “En el fondo, él desea saber quién es”, dijo Estela. “Y va a seguir amando a quien quiera.” Las Abuelas, siguió, “no pueden decir como dicen livianamente algunos miembros del Poder Judicial cuando dicen ‘pobrecitos’, ‘déjenlos’”, explicó. “Este es un derecho de acción pública: si las Abuelas dicen ‘pobrecito’ están encubriendo un delito, siendo parte, siendo cómplices, por eso tenemos que llevarlo a la Justicia.”