En el día en que la presidenta recibirá el informe "Papel Prensa: la verdad", los dos matutinos mas grandes del país salieron con una editorial común a retrucar una carta que aún no se jugó. Evidentemente, alguien tiene el culo sucio.
La Nación relativiza las declaraciones de Lilia Graiver aduciendo una "historia inventada", cuando en realidad la grave acusación puede dejar a varios empresarios en apuros.
Clarín, fiel a su estilo golpista, habla sobre el ataque a la libertad de expresión.
Ambos pisan el palito y blanquean el interés de los medios hegemónicos diciendo "Controlar el papel es controlar la información".
Se acabó la mentira. Esta Gestión tiene el coraje suficiente como para enfrentarse a los grandes poderes manipuladores de la opinión pública.
Mientras tanto, los siervos opositores le hacen el jueguito al Grupo Clarín defendiendo los intereses de una empresa que trabajaba casi desde la ilegalidad... que podemos esperar...
Fuerza Cristina!